Familia china tomándose la clásica foto.
Es obligatorio tomarse la foto en el acceso a la ciudad prohibida. Los visitantes chinos no pierdenla oportunidad de hacerlo.
Banderas ondeantes a la entrada de la ciudad prohibida.
Guardia frente a la monumental foto del ¨Gran Timonel¨ Mao Zedong.
Familia china descansando en las inmediaciones de la puerta meridiana.
La puerta meridiana.
Aldaba de bronce.
Ayer funcionarios y embajadores escrupulosamente registrados transitaban aquí; hoy lo hacen ríos de turistas.
Ayer y hoy. Más allá de las murallas de la ciudad prohibida se dibuja la silueta de los rascacielos de la actual ciudad de Beijing.
Uno de los incensarios de bronce que eran utilizados en las grandes ceremonias.
El reloj de sol nos recuerda que sólo el emperador tiene la facultad de regular el tiempo.
Una grulla de bronce.
La tortuga. Símbolo de longevidad.
Tradición y modernidad. Más alá de los tejados de la ciudad prohibida se dibuja la estructura metálica del gran teatro nacional.
Los chinos arremolinándose frente a la ¨estancia de la suprema armonía¨ para tomar una foto del trono real.
El artesonado del techo de la ¨estancia de la suprema armonía¨cobijaba sólo a reales personajes.
El artesonado del techo de la ¨estancia de la suprema armonía¨cobijaba sólo a reales personajes.
El trono en la ¨estancia de la suprema armonía¨. Ahi se coronaba a los emperadores.
Una llave de bronce resguardando los secretos de una estancia.
Caldero de bronce para almacenar agua en caso de incendio.
Uno de los patios de la mítica ciudad prohibida.
Motivos florales en cerámica sobre el muro.